jueves, 28 de junio de 2007

"El discreto encanto de la burguesía"

Encanto discreto el que presenta Luis Buñuel en personajes risibles, una verdadera sátira de la burguesía que puede verse en todo el mundo.
Un martini seco tomado en muchos tragos pequeños, lentos y sutiles, el supuesto conocimiento de geografía mundial, los platillos con nombres rebuscados, el caviar, las casas en la campiña, el buen vino... símbolos todos de un discreto encanto de la burguesía.
No sólo el encanto que hay en sus formas de ser y de ver las cosas, sino un encanto de ellos hacia lo demás, a saberse mejores que los demás.
Escenarios teatrales, diálogos elocuentes y picantes, cámaras que se enfocan en mostrar un todo de la imágen, escenas de comidas, banquetes, fiestas, reuniones, invitados, obispos con problemas de personalidad, un lugar llamado Miranda que actúa como un personaje más, que atrae a la burguesía, pero que se vuelve un lugar conflictivo y cada vez más llamativo.
Pequeños temas y problemas grandes que a ojos de los personajes, parecen nada fuera de lo ordinario, que nisiquiera presentan una problemática verdadera en sus vidas.
Es la época donde Buñel fue más analizado por la simbología de los díalogos y los objetos y la nacionalidad (no nacionalismo) que transmite, que por la película en sí misma.
Hay personas que deciden categorizar este retrato de la burguesía en el surrealismo, pero buñuel dijo varias veces que no es eso, es simplemente la verdad pintada y decorada en forma de sátira... los temores, las ideas, las fantasías que pueden tener un grupo de personas o personajes.
Son películas como ésta, las que dan pie a tantas otras críticas, que hacen reir a una audiencia al ver la realidad que sigue ocurriendo, que sigue siendo tan infinitamente disfrutable y encantadora discretamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

d'acord... pero tengo dudas... como algo puede ser encantador discretamente??? sera que la discresión no se me da... o que lo que me encanta rápido lo hago escandalo... o es lo mismo... mas bien... soy una escandalosa