lunes, 20 de agosto de 2007

la vida en el sol

qué diferencia se siente cuando ves a la gente entre el sol, a cuando está nublado, cuellos erguidos, sonrisas dibujadas, ojos brillantes, cuerpos relajados, pasos seguros...
Atenas tenía una ola de calor, la gente sudaba todo el tiempo, los refrigeradores no eran suficientemente eficientes para enfriar tantas botellas de agua o refrescos que entraban y salían a cada rato... un helado se derretía en el momento en que salía de la cuchara al cono. 45 grados mientras caminábamos, 45 grados mientras recorríamos la acrópolis, ya no importa caminar un poco más con tal de ir del lado de la sombra... no importa cargar una botella grande de agua... los turistas se alocaban con las regaderas que querían enverdecer los pequeño jardines... los perros se aprovechaban de cada charco en el suelo...
las playas llenas, la gente feliz pero cansada del calor, los aires acondicionados trabajando al máximo, el anuncio principal en los restaurantes en lugar de ser la comida o el precio era aire acondicionado...
calor que atonta, que cansa, que causa ampollas en mis pies, que hace que la bolsa que me compré en méxico se derrita y despinte...
qué rico calor, pero qué difícil es conocer un lugar así!!!

1 comentario:

Angawen dijo...

No puedo creer que a 45 grados puedas decir "qué rico calor"!!! Mujer, estás loca!! Yo realmente paso, estaría derretida a media calle sin ganas de hacer absolutamente nada... hasta creo que a esa temperatura ya ni ganas de quejarme. Que horror!