jueves, 20 de enero de 2011

al cerrar

para cerrar tuve que ver, tuve que sentir, tuve que dolerme una y otra vez...
no es masoquismo, es la muerte de algo que fue demasiado vivo...
el proceso de abandono que sucede en la vida una y otra vez...
es decepción de tanto trabajo para un resultado así...

para cerrar tuve que ver...
escuchar palabras, leer gestos, leer historias nuevas, escuchar suspiros, escuchar aplausos y ver silencios...

para cerrar tuve que dar la espalda...
dejar los recuerdos atrás...
contener las lágrimas, aparecer sonrisas...

para cerrar sólo me necesité a mi, pero tenía que verlo con mis propios ojos, tenía que abrazarlo, felicitarlo, gozarlo por unos momentos más...

para cerrar, sólo tengo que dejar de ver hacia atrás...

mi corazón cerró esa puerta, pronto se llenará de yeso, tabique, cemento, acero pero siempre dolerá, fría, paralizada, ahí donde tenía el lugar que tanto me gustaba.
mi cerebro tardará un poco más en olvidarla, pero algún día, algún día pasaré junto a esa puerta y ni un suspiro saldrá de mi.

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